Durante los primeros años de infancia la estructura ósea del pie aún no está formada totalmente. Por lo que se recomienda visitar al podólogo a partir de los tres años, a no ser que exista algún problema evidente que implique una visita más temprana.
Es muy común a esa edad que el arco plantar no esté aún formado y que de la sensación de ser un pie plano. Para eso el podólogo ha de realizar un estudio del pie y la pisada dónde se diagnostique si es conveniente poner algún tipo de tratamiento o bien seguir esperando que evolucione correctamente. En muchas ocasiones es más un exceso de tejido graso plantar, típico en los infantes, que no un aplanamiento del pie. Mediante la palpación y la observación del apoyo se hará un diagnóstico diferencial.
En otras ocasiones se puede confudir un pie plano con una pronación exagerada que hace que el arco plantar interno llegue incluso a contactar con el suelo. En estos casos si es conveniente realizar unas plantillas para colocar el pie en posición neutra.
Lo más aconsejable es observar al niño si tropieza habitualmente, si cae, se queja o se cansa con facilidad al caminar; en estos casos los encargados del niño/a han de tomar la decisión de realizar una visita podológica para descartar alguna alteración o prevenir alguna lesión o patología en la edad adulta.
En nuestro Centro de Podología Marianao, estamos especializados en pediatría del pie, y realizamos estudios del pie y la marcha con el fin de mejorar la calidad de vida en el futuro de aquellos que más queremos.